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Rafael Marco   Segundo Certamen de Dibujos sobre Cuentos de África
   

  

Cuentos de África

La Sociedad de Misiones Africanas convoca el Segundo Certamen de Dibujos sobre Cuentos de África A vosotros, niños y jóvenes, os presentamos este cuento africano “El origen de la Tierra”, que se incluye como Anexo 1, para que lo ilustréis con vuestra imaginación y creatividad. Es un cuento muy antiguo que forma parte de la sabiduría de los hombres de África.

Para participar podéis utilizar una hoja de papel A4 en la que podéis realizar uno o más diujos, según os sugiera vuestra imaginación. Podéis utilizar cualquier técnica de dibujo: lápices, pinturas, rotuladores, ceras, acuarelas... en blanco y negro o en color. No queremos poner límites a vuestra creatividad.

Cuando hayáis terminado la ilustración, al dorso de la hoja deberéis escribir vuestros datos personales, tal como se indica en el Anexo 2.

A continuación podéis leer las Bases de Participación en las que se especifican las categorías, los plazos de presentación y cuándo tendrá lugar el acto de entrega de los premios.

Si aún así tuviéseis alguna duda, os podéis dirigir a:

Sociedad de Misiones Africanas
C/ Asura 34 - 28043 Madrid
Teléfono: 91 3000041
E-mail: sma@misionesafricanas.org

BASES DE PARTICIPACIÓN

1. Podrán participar todos los niños que lo deseen, según su edad en alguna de las categorías que se establecen a continuación:

• Categoría A: de 7 a 9 años.
• Categoría B: de 10 a 12 años.
• Categoría C: de 13 a 15 años.

Cada trabajo podrá ser realizado por uno o varios niños.

2. Se utilizará una sola hoja de papel A4, con uno o más dibujos. Al dorso de la hoja deberán figurar los datos que se indican en el Anexo 2.

3. La entrega de los trabajos se realizará de alguna de las formas siguientes

- Entrega en mano en el domicilio de la Sociedad de Misiones Africanas: Asura, 34 - 28043 Madrid.
- Por correo postal, en la misma dirección.
- Por correo electrónico a la dirección: sma@misionesafricanas.org

En este último caso los dibujos deberán escanearse a una resolución mínima de 200 píxeles por pulgada y en el cuerpo del correo deberán figurar los datos enumerados en el punto 2.

El plazo para recepción de los trabajos finalizará el 31 de enero de 2015.

4. El jurado estará compuesto por miembros de la Sociedad de Misiones Africanas y en su valoración tendrá en cuenta la originalidad, la imaginación y la creatividad. El fallo del jurado se hará público durante la celebración del acto de entrega de premios, que tendrá lugar el 21 de febrero de 2015, en el lugar que mas adelante se publicará en la web de la Sociedad de Misiones Africanas.

5. Todos los dibujos formarán parte de una exposición que se abrirá oficialmente en el acto de entrega.

6. Obtendrán premio los tres dibujos mejor clasificados en cada categoría. Todos los participantes recibirán un diploma acreditativo de su participación en el certamen.

7. SMA se reserva los derechos de utilización de los trabajos recibidos, tanto para este proyecto como para usos posteriores (publicaciones, artículos, páginas web...).

8. La participación supone la aceptación de la totalidad de estas bases.


Cuento: El origen de la Tierra

— ¿Sabes con qué Gusuno creó la Tierra?

— No.

Gusuno vio que si bien el hombre tenía dinero y medios para cubrir sus necesidades, no tenía un lugar donde depositarlo, la creación no estaba completa. De la misma manera se percató que todo lo que había ido creando disperso por el universo entero, no tenía un lugar estable y firme. Allí faltaba orden, por eso un día Gusuno dijo:

— Tengo que crear la tierra.

Lo que es hoy la tierra antes era agua. El agua estaba por todas partes, no se veía nada más que agua y en el agua Gusuno no podía dejar todas las cosas que había creado. Hacía falta un lugar sólido que tuviese estabilidad, que no se hundiera. Gusuno decidió crear la tierra, pero ¿dónde la iba a colocar? no podía ponerla sobre el agua, no tendría consistencia. Había que crear otra cosa.

— Tendré que colocar la tierra fuera del agua, se dijo el señor del universo. Todo lo que pertenezca al agua, que se quede con el agua y todo lo que he creado y anda desperdigado por los cuatro puntos cardinales, tendrá un lugar sólido donde pueda permanecer sin peligro a ser arrastrado o pulular por los espacios sin rumbo fijo.

Para hacer este trabajo, lo primero que se le ocurrió al creador fue enviar a un mensajero para que extendiese la tierra sobre el agua. Y así lo hizo, pero cuando hubo terminado su trabajo se dieron cuenta de que la tierra no tenía demasiada consistencia y el agua podía desmoronarla o disolverla en el momento menos pensado. El mensajero fue a ver a Gusuno y se lo explicó:

— La tierra que hemos hecho no es sólida, no es lo bastante firme como para sostener sobre ella a los hombres, animales y a todo lo que has creado.

Entonces el creador dijo:

— Vete otra vez allí de donde vienes y diles a todos los seres que he creado que se reúnan en un rincón apartado donde puedan estar seguros. Que no se muevan de ahí hasta que se les avise y que si oyen ruido, que no se preocupen, que no tengan miedo. De todas formas tú te quedarás con ellos para tranquilizarlos, mientras yo hago lo que tengo que hacer.

El mensajero volvió sobre la tierra recién creada y las aguas. Reunió en un rincón apartado a todos los seres que Gusuno había creado y después le dijo:

— Ya he hecho lo que me dijiste.

Gusuno respondió:

— Muy bien, vuelve con ellos y quédate ahí para que no se asusten. Permanece con ellos hasta que yo te diga.

Todos los seres del universo se reunieron alrededor del mensajero de Gusuno en un lugar apartado y desde allí vieron cómo caía desde el cielo unos objetos de grandes dimensiones y que hacían un ruido ensordecedor:

— ¡Ketem! ¡ketem! ¡ketem!. Temblaban de miedo porque creían que aquello era el final de sus vidas y de todo lo que Gusuno había creado.

— No tengáis miedo, no os preocupéis. Es nuestro creador que está trabajando y ordenando el universo. Ya me ha prevenido de ello y me ha asegurado que a vosotros no os pasará nada, les animaba el mensajero.

Vieron cómo caían del cielo rocas de todos los colores: rojas, blancas, amarillas, grises...y de dimensiones que alcanzaban hasta los puntos más alejados del universo formando montañas en algunos lugares, en otros las piedras caían unas sobre otras y se rompían en trocitos pequeños, en otros las rocas penetraban en la tierra que había extendido anteriormente el mensajero de Gusuno.

Gusuno observó detenidamente todo lo que había hecho y se quedó satisfecho porque le pareció que estaba muy bien, que ahora la tierra estaba firme y segura. Faltaba un detalle para prevenir el desgaste y la vejez de la tierra y por eso creó los árboles, bosques enteros de árboles gigantescos para que el agua no pudiese destruir las montañas con el paso del tiempo ni socavar todo lo que Gusuno había puesto sobre la tierra.

Es la razón por la que nuestro creador separó completamente lo que pertenece al agua de lo que pertenece a la tierra.

Y aquí termina mi cuento.